Entrevistamos a Irene García, vecina de Castronuño, jugadora del Poio pescamar Futbol Sala, equipo de la ciudad de Poyo (Pontevedra), fundado en 1997, primera división femenina y considerado como mejor club gallego en el año 2015.
¿Cómo es jugar en un equipo de Futbol Sala de primera división?
Siempre he llevado el balón en los pies, pero nunca me imaginé llegar donde estoy, creo que es el sueño de todo el que juega y me encantaría seguir disfrutando de este deporte por muchos años más.
Cuando recibí la llamada del Poio, no me lo pensé dos veces, aunque sabía que iba a ser un reto que se me podría quedar grande, al ser un club que aspira a quedar entre los mejores.
A pesar de pensar que se me quedaría grande, que estaría lejos de mi familia y todo lo que
conlleva, desde el primer momento me trataron genial, tanto el club, como mis compañeras, y desde que estoy en primera siento que he mejorado mucho como jugadora y vivo la vida que siempre he querido tener.
¿Podrías explicarnos un poco sobre la trayectoria del equipo y tu posición dentro de él?
Esta temporada que viene va a ser mi tercera temporada, me fui a Pontevedra con 18 años viniendo de la UVa de segunda división donde había estado 4 años y antes de eso jugaba en el Valladolid fs desde los 6 años.
La primera temporada en el Poio fue dura porque era una época de muchos cambios y de hacerme a la primera división, que es un salto muy grande y es un equipo que aspira siempre a estar en lo más alto, aun así, esta segunda temporada he ido cogiendo muy buenas sensaciones y ganando minutos, lo que hace que cada día me esfuerce más y tenga ilusión por todo lo que viene.
Mi principal objetivo es mejorar día a día, siempre aprendes algo nuevo y soy muy joven.
A la hora de hablar de prejuicios, ¿existen diferencias entre un equipo masculino y uno femenino?, ¿alguna vez tuviste reparos en decir que eras futbolista?
Pienso que las cosas están mejorando, pero queda mucho camino para que dejen de existir diferencias, faltan patrocinadores, ayudas, conseguir que se nos trate como profesionales, ya que hay muy pocos equipos que puedan hacerlo por la falta de recursos etc., por suerte el Poio es de los pocos equipos que cuentan con contratos profesionales y nos tratan como tal.
Nunca he tenido reparo en decir que juego a fútbol y que es algo que no dejaría jamás si se pudiese, es un deporte como otro cualquiera y no debe tener ningún tipo de etiquetas o prejuicios por ser mujer y practicarlo.
Como anécdota, recuerdo de ir a un torneo con el equipo que he jugado toda la vida, el Valladolid fs, era la única chica de toda mi categoría y era el último año que podía jugar con chicos, tendría 14-15 años. Hice muy buen papel en el torneo y quedamos primeros, me acuerdo que, tras la final, salí para ir a cenar donde nos hospedábamos con los demás clubes y que unos jugadores del equipo contra el que habíamos acabado de jugar, me empezaron a llamar “tío”, “marimacho” etc. Siempre me acordaré porque tras eso, en la entrega de premios me dieron el trofeo al “mejor jugador” ya que era la única chica y desde aquel momento aprendí a que es mejor callar y no hacer caso de gente que lo único que hace es imponer prejuicios a este deporte.
Durante el confinamiento provocado por el Covid19, ¿cómo ha trabajado el equipo y cómo lo has hecho tu?
Tenemos un preparador físico, el cual nos iba dando unas pautas de lo que hacer cada semana teniendo en cuenta que el espacio donde había que trabajar era en nuestro piso, casa etc. Le enviábamos vídeos cada día de lo que nos mandaba hacer y dos veces a la semana hacíamos videollamada todo el equipo para hacer un entrenamiento conjunto donde nos solía traer a monitores, una profesora de zumba o él mismo.
Centrándonos en Castronuño, ¿cómo consideras la situación del deporte en general en Castronuño?, ¿crees que se podría fomentar más o innovar en algo?
No todos los pueblos cuentan con las instalaciones que tiene Castronuño y por eso pienso que se puede fomentar mucho más el deporte, hacer algún equipo de fútbol sala o de cualquier otro deporte, o simplemente hacer actividades para los niños y niñas que están durante todo el año en el pueblo.
¿Cómo piensas que puede influir en el turismo un tipo de deporte como el que practicas?
Un deporte como el mío, si se lleva a cabo, creo que sería una buena forma de atraer a gente y que conociese el pueblo en el sentido de jugar un torneo o un partido contra otro pueblo y que esas personas, tras el partido, seguramente fomentarán el turismo.
También, creo que llevar el nombre del pueblo por donde se vaya a jugar haría que la gente conociese más Castronuño, como por ejemplo Nava de la Asunción, un pueblo que se ha hecho popular por tener un equipo de balonmano en primera división.
A parte de eso, Castronuño cuenta con unas sendas y unos espacios que son envidiables y donde se puede practicar muchísimos deportes, que encantaría a la gente solo por los paisajes, todo es promoverlo, como la Carrera del Mollete.
Muchísimas gracias por acordaros de mí ¡siempre estaré dispuesta a hablar de mi pueblo!
Carlos Martín Herreo 2020
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