I Concurso de Relatos Breves de la Biblioteca Municipal de Castronuño
Título: Nunca juegues para ganar
Autor: Carla Gómez López
PRIMER PREMIO
Categoría 1 (niñas/os de 8 a 11 años)
NUNCA JUEGUES PARA GANAR
Como todos los años, los animales de la reserva natural de Castronuño, organizaron la carrera de la primavera. Participaban un montón de animales y siempre lo pasaban muy bien. Conejos, lagartijas, halcones, garzas reales, lobos, tejones, y hasta las hormigas más pequeñas del lugar.
Era un día tan divertido que todo el mundo se apuntaba a la carrera. Además, el ganador era premiado con un trofeo lleno de riquísimos frutos de la reserva.
Los preparativos iban de cine, hasta que supieron que este año participará alguien inesperado para ellos.
Se trataba de Romi, un turón con muy malas pulgas que siempre estaba de mal humor y le gustaba hacer rabiar a los demás animales. Romi se creía que era el mejor de todos los animales y les decía: ¡Os vais a enterar! Este año no os vais a divertir tanto.
Los demás animales, al enterarse que iba a participar Romi, se sorprendieron mucho, ya que ellos le conocían, y sabían que era un tramposo y que haría de las suyas para ganar.
Bueno, dijeron los animales, ¡dejemos que participe!, a nosotros lo que nos importa es pasarlo bien.
Por fin llegó el día y a la puerta de la casa de la reserva se presentaron todos. Todos recorrieron todo el recorrido, salían de la casa de la reserva, bajaban al caño, subían hasta las piscinas, pasaban por la cagajona y hasta volver hasta de donde salieron. Pues todos lo hicieron muy bien, unos llegaron antes, otros después, pero Romi que había llegado antes, se comenzó a reír de todos, ¡ jajaja! ¡ pero qué lentos sois! ¡ llevo yo aquí un rato esperando!, todos sabían que había hecho trampas. Todos empezaron a estar un poco hartos de que Romi se llevará el trofeo haciendo trampas.
Así que al año siguiente, visto lo visto, decidieron hacer una gymkana, en la que tendrían que superar unas pruebas delante de un jurado y conseguir los objetos escondidos. Romi, así no podría mentir, ya que el jurado lo vería todo.
Por fin, llegó el gran día y todos los animales se apuntaron a la gymkana. Durante todo el día estuvieron superando pruebas y buscando por todo el pueblo los objetos escondidos. Se lo pasaron genial, a diferencia de Romi, que tuvo difícil ganar.
Él creía que era mejor que todos, pero en el fondo sabía que no. Sabía que era un tramposo.
Y así se vio, fue el halcón el que consiguió ganar, y al conocer el resultado Romi, se lo tomó fatal, se enfado mucho porque él no sabía perder.
El halcón, se acercó a él y le dijo:
- Tienes que aprender que haciendo trampas no se llega a ningún lugar. Que se coge antes a un mentiroso que a un cojo, y que lo más importante es participar y disfrutar con tus amigos, gane quien gane.
Romi, vió como el halcón compartía todo su premio con todos los animales que habían participado, mientras todos juntos comentaban y reían las cosas ocurridas en la gymkana, Romi, estaba a un lado, solo en un rincón y viendo como los demás disfrutaban.
Así, Romi, aprendió que era una tontería hacer trampas para ganar, y decidió cambiar su actitud, para no quedarse solo y disfrutar de un día divertido con todos los animales.
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