Castronuño, paisaje sin igual.

Castronuño es una pequeña localidad ubicada en el sudoeste de la provincia de Valladolid.

Lo primero que llama la atención al viajero al llegar a este paraje son sus verdes vistas, muy atípicas en la vieja Castilla.

Este recodo lleno de vida, se debe al meandro que dibuja el Río Duero al pasar por este lugar, pintando el término de variados colores.

Desde el Alto de la Muela puedes contemplar gran parte de los encantos de Castronuño: encinares centenarios, la Presa de San José, la zona de carrizal…

Desde esta atalaya natural, otrora difícil de conquistar, se vislumbra el único espacio declarado Reserva Natural de toda la provincia de Valladolid.

 

Sobre Castronuño se empieza a tener constancia de su existencia en el Siglo XI, aunque se tienen indicios de que hubo asentamientos más antiguos en esta zona. No será hasta en siguiente siglo cuando Castronuño alcanzará su máximo esplendor.

La historia de este lugar viene marcada por dos conflictos bélicos. El primero de ellos son los sucesivos enfrentamientos entre los reinos de Castilla y de León. Al morir Alfonso VII en 1157, deja señalada, en su testamento, la división de Castilla y de León, quedando Castronuño como bastión defensivo del reino leonés. La frontera natural entre dichos reinos era la línea marcada por el Río Trabancos.

Posteriormente las desavenencias sucesorias entre la reina Isabel y Juana la Beltraneja hacen que Castronuño tome partido por el rey de Portugal. Por este motivo Castronuño es sitiado por las tropas reales y tras un largo asedio es tomada su fortaleza. El alcaide del lugar, Pedro de Avendaño, influyó de gran manera en este final, pues vende la plaza por siete mil florines aragoneses y la posibilidad de huir con su familia y sus enseres a Portugal.

Tras estos trágicos acontecimientos, Castronuño empieza a perder gran parte de sus edificaciones de las que sólo quedan constancia en la literatura.

Sin habernos desplazado aún del Parque de la Muela, podemos disfrutar de otro de los encantos de este lugar. Me refiero a la Ermita de San Juan de los Caballeros, último vestigio de la antigua magnificencia del pueblo.

iglesia

Este coqueto edificio románico se hizo construir en el siglo XIII por encargo del prior Hernán Rodríguez de Balboa. Se levantó con una doble finalidad: como espacio funerario para los comendadores y para la realización de importantes asambleas de la Orden Militar del Hospital de San Juan de Jerusalén, más conocidos como los caballeros sanjuanistas.

Si el viajero disfruta recorriendo los senderos, en Castronuño encontrará diferentes rutas de variadas distancias.

De distancia corta, es destacable “La Senda de los Almendros”. Su inicio se halla en el mismo Alto de la Muela y hará las delicias del caminante durante la época de floración.

Sendda

La “Ruta de la Cañada” es de mayor distancia y es aconsejable para el cicloturista, pero dispone de una variante corta para los menos andarines.

Hay otros caminos que no se han mencionado, pero que, al igual que los anteriores, permiten al paseante disfrutar de la abundante flora y fauna del lugar.

No quisiera finalizar mi relato sin recomendar al transeúnte que durante la visita aproveche para degustar algunos productos típicos del pueblo, pues, por exquisitos, mejorarán en gran medida la visita.

Author: Castronuño

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