¡Entrevistamos a Bravo Fisher!, alter ego de Guillermo Galguera, compositor, productor y músico de Valladolid con raíces Castronuñeras.
¿Cómo fueron tus inicios en la música y cómo ha sido tu trayectoria musical y discográfica?
Empecé en 2011 sacando maquetas y presentándome a varios concursos hasta que fiché por el sello discográfico Subterfuge, donde publiqué mis primeros dos discos: El Valle Invisible (2013) y Solos (2015). Después, de manera independiente he publicado un EP, Como habíamos planeado (2019) y mi último disco hasta la fecha, Amor (2020).
Eres un artista polifacético que mezcla diferentes estilos, pero has desarrollado tu carrera con el pop electrónico, ¿por qué te has decantado por este estilo?
Creo que es donde mejor me desenvuelvo, en el pop. Siempre me han gustado las melodías, los estribillos pegadizos y memorables, de ahí que mi estilo sea popero; cuando cojo la guitarra, que es como compongo de manera más natural, me salen temas muy pop. Busco el estribillo hasta que doy con él y a partir de ahí compongo todo lo demás. Finalmente uso la electrónica para “vestir” esas melodías.
Hace 7 años publicaste tu segundo álbum “El valle invisible”, un disco conceptual con un hilo conductor que recorre todas las canciones, ¿de qué se trata?, ¿en qué te inspiraste para crearlo?
Me basé en un libro de mi padre (Miguel A. Galguera Fernández) con el mismo título que sucedía en Asturias durante la Guerra Civil y la posguerra. Yo cogí algunas cosas de ese libro, incluso títulos de capítulos pasaron a ser títulos de canciones, como es el caso de “Por lo más oscuro, amanece”. A partir de ahí creé una historia nueva, la de un antihéroe enamoradizo que busca el camino de vuelta a casa, una especia de Odisea pop.
Eres habitual en los grandes festivales nacionales, ¿podrías contarnos alguna de tus experiencias más positivas trabajando en ellos?
Cuando tocas en grandes festivales tienes la oportunidad de presentar tu música delante de mucha gente. Depende de la hora y del escenario, pero por lo general, es un placer tocar delante de tantas personas con ganas de pasarlo bien; porque el público festivalero fundamentalmente quiere pasarlo bien, bailar, dejarse llevar, olvidarse un poco de la rutina del día a día y yo creo que mi música encaja perfectamente con ese mood.
El sector musical es uno de los más afectados por la pandemia del covid 19, ¿cómo vive esta situación un artista cómo tu?
Con preocupación. En mi caso, aparte de músico, soy profesor de inglés y tengo trabajo, así que cuento con un sustento, me puedo mantener, pero me preocupa ver cómo colegas y conocidos dentro del sector ven reducidas las posibilidades de mantenerse económicamente en esta situación. Como siempre, en época de crisis, la cultura resulta gravemente perjudicada. Se están pudiendo hacer algunos conciertos con aforo reducido, público sentado…Pero creo que la cosa tiene que mejorar. Esperemos que todo esto pase pronto.
Tus raíces son de aquí y, a menudo, se te ve por el pueblo, ¿qué es lo que más recuerdas de Castronuño?
¡Me encanta Castronuño! Mi madre, mis tías y mi tío, mis abuelos, son y han vivido en Castronuño. Procuro venir siempre que puedo, y espero seguir haciéndolo. Tengo muchos recuerdos de pequeño y de adolescente, sobre todo del verano, que es cuando más iba: la Muela, la discoteca, las bodegas, usar la bici todo el rato, de aquí para allá, la piscina, el frontón, mis amigos, el bar de casa, que yo ya lo conocí como salón, pero sobre todo recuerdo los melones, la boina, la cachaba de mi abuelo el Repente y sus 100 pesetas para gastar donde Lola, y a mi abuela. Castronuño son mis abuelos.
Castronuño, además de naturaleza, tiene una importante agenda cultural durante todo el año, ¿cómo valoras que municipios como el nuestro apuesten por la cultura y las actuaciones en directo?
Necesario. Sigo mucho lo que pasa en Castronuño, sobre todo desde Facebook y muchas veces me sorprendo (gratamente) al ver que se hacen cosas muy interesantes durante todo el año. Muchas veces veo algo y pienso: ¡Hala! ¡¿Pero esto se hace en Castronuño?! Y me alegro mucho y me imagino estando allí. Estoy seguro de que la gente del pueblo y alrededores valoran este tipo de acciones. Es importante que durante todo el año se hagan cosas para que el pueblo viva. Sobre todo, en invierno, que en Castilla son muy duros y la gente se mete en casa y de ahí no sale; hay que sacarla de casa ofreciéndole cultura de calidad.
Carlos Martín Herrero 2020
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