Entrevista a Francisco M. Rijo Gaspar y Henar Ojeda Herrero

Entrevistamos a Francisco M. Rijo Gaspar y a Henar Ojeda Herrero, Licenciados en Veterinaria por la Universidad de León, con más de 7 años de experiencia en el sector de la salud animal y vecinos de la localidad de Alaejos. En el caso de Henar Ojeda, con raíces Castronuñeras.

En esta entrevista vamos a conocer un poco más a fondo la Garza Imperial, seña de identidad de nuestra reserva natural Riberas de Castronuño – Vega del Duero.

¿Qué características posee la Garza Imperial, cómo la distinguiríamos de otras aves?

La Garza Imperial Ardea purpúrea pertenece a la orden Pelecaniforme, familia Ardeidae. Los adultos suelen alcanzar una longitud entre 70-90 cm y una envergadura de unos 110-145 cm, no habiendo un dimorfismo sexual muy marcado, es decir, los individuos adultos de ambos sexos son muy similares.

Es parecida a la Garza Real, aunque más pequeña y ligera. El cuello es delgado y lo mantiene en posición ondulada, con forma “de culebra”. Los adultos tienen la parte superior pardo-grisácea (dorso de las alas y espalda), el pecho y el flanco son de color acastañado y rojizo, la parte superior de la cabeza es negra con una línea que parte de debajo de los ojos y llega hasta la base del cuello. En esta línea existe un profuso rayado negro y las plumas son alargadas, terminando en una especie de plumero rayado negro, blanco y rojizo.

El pico es fuerte y puntiagudo de color marrón amarillento, así como las patas. Los dedos son extremadamente largos, lo que propicia una gran agilidad para andar sobre los carrizos y la vegetación acuática. La parte inferior de las alas es castaña rojiza. Los ojos, muy vivos, amarillos.

Los individuos jóvenes tienen el color más leonado, la cabeza carece de color negro, siendo castaña la parte superior y la inferior pardo-amarillenta.

Durante el vuelo, se distingue bien de la garza real por su coloración más oscura y por su silueta, ya que la forma de su cuello dibuja una “S”, y las patas les sobresalen por detrás de la cola.

Emite un sonido (“art”) muy ronco y sordo, (muy parecido al croar de las ranas).

¿En qué lugares podemos encontrar garzas imperiales y cómo son sus migraciones, si es que lo hacen?

En la península Ibérica se pueden encontrar algunas colonias en marismas del Guadalquivir, la Mancha, Albufera de Valencia y Delta del Ebro, pero en los últimos años se está verificando una disminución del número de parejas nidificantes y existen algunas pequeñas colonias en carrizales Del Valle Del Río Ebro y en colas de embalses. También se han observado por Mallorca.

Se estima que hay unas 2000 parejas en España, en la reserva natural Riberas de Castronuño – Vega del Duero se han contabilizado entre 25 y 30 parejas de esta especie.

Una vez finalizada la temporada de cría, realizan su proceso de migración, 2-3 meses después de que nacen los polluelos, acudiendo hacia el sureste/suroeste. Aunque en condiciones favorables se pueden ver garzas imperiales en invierno en la costa mediterránea.

La Garza Imperial se reproduce en las marismas del sur de Europa, como Francia. Desde Rusia alcanzan Asia y por el sur llegan a la India. También se reproduce por África.

¿Cómo se alimenta y reproduce la garza imperial?, ¿cuántas crías suele tener?

La Garza Imperial suele anidar por carrizales o embalses y tiene preferencia por aguas someras, dulces o salobres, para buscar alimento con vegetación palestra o flotante. Se localiza en marismas, lagunas orillas de ríos de curso lento, embalses, graveras, canales de riego y arrozales. Se alimenta de peces que complementa con anfibios, insectos, micromamíferos y en alguna ocasión puede saquear el nido de otras aves como patos o fochas. Suele cazar en solitario, apostada en el borde del agua, inmóvil y medio oculta entre la vegetación, esperando su presa y mediante un rápido movimiento del cuello, la captura con el pico. A veces, también puede buscar el alimento por las orillas fangosas.

Suele llegar a España a inicios del mes de marzo, construye el nido entre los carrizos a una altura variable sobre el agua, también entre matorrales próximos a los carrizos. Los nidos se agrupan formando extensas colonias y su construcción se hace con carrizo seco. Son altos y de gran volumen, el macho aporta el material y la hembra entrelaza los tallos.

Tienen un periodo de incubación de 24-28 días, cada huevo es puesto con un intervalo de 2-3 días. Ponen una media de 4 huevos, aunque suelen prosperar los tres primeros, muriendo el último por escasez de alimento. La incubación es realizada por ambos sexos con relevos constantes. Al nacer, los pollos están cubiertos con un plumón parduzco, sobre el que se asoman unas finas cerdas de color blanco.

A los 10 días de su nacimiento se esconden entre los carrizos y vegetación, ahí buscan sombra, pero no pierden de vista su nido, cuando llegan los adultos en seguida corren hacia él a la espera de ser cebados.

A las 6 semanas empiezan a volar, pero no son totalmente independientes, hasta que alcanzan los 2 meses de vida. Suelen hacer una sola puesta al año, pero si esta se malogra suelen hacer varias.

En nuestra reserva natural encontramos entre 25 y 30 parejas de garzas imperiales ¿cómo consideráis estas cifras?

Teniendo en cuenta que es una especie sureña y que estas parejas se hayan encontrado cómodas en la localización que estamos, la consideramos una muy buena cifra.

La garza imperial es un ave declarada en peligro de extinción, ¿qué podéis decirnos sobre ello?

Es una especie que se encuentra en Libro Rojo en Categoría de protección menor y de interés especial en el catálogo nacional de especies amenazadas.

¿Cuál es la principal amenaza de esta especie?

Las principales son la sequía, la alteración del hábitat y el uso masivo e indiscriminado de plaguicidas.

¿Qué debemos hacer si en uno de nuestros senderos nos encontramos cualquier ave herido?

Evitar nuevas lesiones, no intentar atrapar al animal, porque éste al intentar defenderse, puede lesionarse aún más. Lo aconsejable es no tocarlo y llamar a Seprona al 062 o al centro de recuperación más cercano.

No agravar las lesiones. Para que el animal no se lesione más, es aconsejable privarle de visión tapándolo con una prenda de ropa, al no ver la luz el ave se tranquilizará.

No alimentarlo, no darle de comer ni beber, a no ser que se trate de un polluelo en época estival, en ese caso se recomienda dar un poco de agua, ya que los pollos se deshidratan con mucha rapidez.

No intentar curar al ave. Hay personas que cometen el error de cortar las plumas alrededor de la herida o empapan el plumaje con productos desinfectantes. Esto no se debe hacer nunca, porque se puede cometer el error de cortar plumas de vuelo que son las más largas de las alas y de la cola. Tampoco debemos utilizar productos desinfectantes porque al aplicar frio o humedad favorecemos la hipotermia, además estas intentaran liberarse del desinfectante limpiando plumas con el pico, lo que provoca la peligrosa ingestión y agrava aún más la situación.

¿Cómo creéis que podríamos mejorar en la ayuda a la conservación de estas aves desde Castronuño?

Para poder ayudar en la conservación de esta especie tenemos que evitar las amenazas, no alterando su hábitat y buscando alternativas al uso de plaguicidas, aplicando así biocidas naturales.

 

Carlos Martín Herrero 2020

Author: Castronuño

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