Entrevista a José Luis Galiacho

Entrevistamos a José Luis Galiacho, músico, luthier, reparador de instrumentos de metal, constructor de instrumentos de percusión y artesano de la madera. Regenta el taller artesano “Galiacho Drum&Brass”, en el que se reparan y construyen instrumentos de metal y percusión.

Cuéntanos, ¿cómo fueron tus inicios en el mundo de la música? ¿Cómo te formaste?

La verdad es que quien me metió este veneno en el cuerpo fue mi padre. Los vecinos creo que me recordarán dando palos en la piedra que tenía Marce en su casa de la plaza, en botes de detergente, tiestos cazuelas y todo lo que pudiera hacer ruido. La familia siempre me apoyó en esta locura y también puedo decir muy orgulloso que tengo los mejores vecinos del mundo ya que, desde los 4 o 5 años que empecé en esto, y después de comprar mi primera batería, creo que no han dormido una sola siesta a gusto hasta que me cambié de casa.

Llevas muchos años tocando en bandas de música tocando diferentes instrumentos, ¿cuál es tu trayectoria musical y con qué instrumento te sientes más identificado?

Empecé mis estudios en la tristemente extinguida banda que se formó aquí en Castronuño hace más de 25 años con D. Julio Seco Hernández, de ahí pasé al conservatorio, pero debido a diferentes problemas no pude continuar. A continuación, pasé a dar clases particulares con D. Jesús de la Sota, director por aquel entonces de la Banda de Toro, terminando allí mis estudios de solfeo. Al mismo tiempo recibí 5 años de clase con D. Tomás Martín, Catedrático de Percusión en el Conservatorio Superior de Salamanca.

La verdad es que al final te acabas liando y cualquier instrumento se termina convirtiendo en parte de ti, aunque sinceramente me encuentro mucho más a gusto tocando la percusión o el bombardino.

También haces arreglos musicales, además de otros trabajos de artesanía.

Sí, la verdad es que fue un poco por necesidades escénicas. En Castilla y León hasta no hace muchos años, prácticamente todas las charangas tocábamos el mismo repertorio, y claro, la primera vez que escuchas una charanga con arreglos bien hechos y sonando como se debe… pues, te pica el amor propio. Llevo montando arreglos desde el año 1998 y no podéis ni imaginaros la satisfacción que es escuchar algo que has hecho tu. Lo mismo que con la artesanía. Siempre me ha gustado enredar con todo, desmontar los juguetes para verles las tripas, hacer inventos (no todos buenos), y ese tipo de cosas. Hace unos años (bastantes) se me ocurrió hacer unos llaveros con unos tornillos que tenía por casa y empecé a darle vueltas a la idea de adquirir un torno. Y eso, que me calenté y lo compré. Nunca me había alegrado tanto de una compra. Las piezas empezaban a salir casi medio bien, luego mejor y hasta ahora, que le estoy sacando todo el jugo a la máquina.

A principios del año 2020 abriste en Castronuño el taller artesanal “Galiacho Drum&Brass” dedicado a la construcción y arreglo de instrumentos musicales, ¿qué tipo de trabajos realizas y de dónde proceden tus clientes?

Llevo muchos años ya reparando instrumentos musicales, y al no encontrar un trabajo (como mucha gente) me lie la manta a la cabeza y me decidí. En el peor momento posible, pero aquí seguimos resistiendo. En mi taller podemos hacer cualquier cosa que el cliente pueda necesitar, desde mantenimiento anual, reparaciones sencillas, complejas, tuneado de instrumentos, soldaduras, enzapatillados, ajustes… y mil cosas más. Ahora mismo tengo la inmensa suerte de tener clientes en todos los rincones de España, desde Málaga al País Vasco. Y una de las cosas que más agradecen los clientes son las reparaciones urgentes, sea el día y la hora que sea siempre me pueden encontrar para ayudar en lo que sea.

¿Crees que es más factible materializar proyectos como “Galiacho Drum&Brass” en el medio rural que en una ciudad?, ¿qué proyectos tienes para el futuro?

Por supuesto. Partiendo desde el punto de vista económico, es mucho más barato. Tienes la tranquilidad de estar en tu pueblo, ya que, al fin y al cabo, los instrumentos llegan la mayoría por agencia de transporte y no suelen venir muchos clientes en persona, aunque se agradecen muchísimo las visitas. Mi proyecto de futuro está en seguir intentando hacer lo que me gusta y además donde me gusta, que es aquí, en Castronuño.

 

El sector cultural es uno de los más afectados por la pandemia de la COVID-19, ¿cómo vives esta situación desde el punto de vista de músico y de luthier?

Como músico un auténtico desastre, un año con 0 ingresos. Como luthier tres cuartas partes de lo mismo, los instrumentos no se han usado, la gente tampoco ha ingresado y, consecuentemente, el siguiente en la lista soy yo. Como en todos los oficios, estamos interrelacionados y todos estamos parecido.

Durante los meses de confinamiento tuviste un papel protagonista todos los días a las cuatro de la tarde, cuéntanos por qué.

La culpable fue mi sobrina Reyes. Me dijo un día que le gustaría escuchar el Palillo y yo que soy un tío enrollado… le dije: “a las cuatro en punto tienes Palillo y Peregrina”.  No habían pasado ni dos segundos y ya había salido mi vecina Luci. Solamente con saber que mi gente cercana ha estado 2 minutos sin preocupaciones y escuchando algo tan nuestro… Al final la gente me esperaba y me metía prisa (algunos no andan muy lejos) eso es lo que te anima a seguir haciendo esto y lo que haga falta por mis vecinos.

Has decidido desarrollar tu proyecto de vida en Castronuño ¿Qué es lo que más te gusta de nuestro pueblo?

Te lo resumo en dos palabras como “Jesulín”: TO-DO.

Háblanos de otra de tus aficiones:  la pesca.

¿Afición? Yo lo llamaría pasión. Desde que tengo uso de razón (no mucha), recuerdo ir a pescar con mi vecino “Feliche, El Correo” a los motores, con mis tíos a Cubillas, con Claudio y Gonzalo a mil sitios, y es otro veneno que te entra. Además, teniendo nuestro maravilloso embalse, ¿qué más se puede pedir?

Castronuño, además de poseer una gran riqueza natural y un entorno idóneo para practicar la pesca deportiva, tiene una importante agenda cultural durante todo el año, ¿cómo valoras que municipios como el nuestro apuesten por la cultura y las actuaciones en directo?

Todo lo que se haga en favor de la cultura está bien siempre. Bastante la hemos destrozado ya. La verdad es que pocos pueblos tienen tanta actividad cultural como este, aunque sigo echando en falta la banda, fíjate. El mundo de la cultura se nos muere y hay que intentar salvarlo entre todos.

Carlos Martín Herrero 2020

Author: Castronuño

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