LA SENDA DE LOS ALMENDROS.

Las Riberas de Castronuño se declaran Reserva Natural en el año 2002 y Zona de Especial Protección para las Aves en el 1991. La extensión del parque abarca desde Tordesillas hasta el Embalse San José de Castronuño. Dicho embalse, construido en la década de los cuarenta, permite que a unos pocos kilómetros de Castronuño haya una de las zonas de humedal más importantes de Castilla y León.

La Senda de los Almendros es un bellísimo paseo que tiene una longitud aproximada de 3,4 kilómetros y es un camino de dificultad media-baja, por lo que puede recorrerse durante todo el año. El viandante puede visitar  la Casa de la Reserva antes de empezar el recorrido. Sus responsables pueden hablarnos de las aves que en ese momento descansan en Castronuño o la flora que vamos a encontrar. En definitiva, todo la información relativa al parque natural.

Nos situamos en el Alto de la Muela para empezar a recorrer la Senda de los Almendros y lo que vemos desde aquí ya es preludio de la maravillosa caminata que nos espera. Este camino forma parte de una de las zonas de las que más orgullosos están los habitantes de Castronuño.  

Sendasenda almendros

La primera panorámica podríamos tomarla en el parque de La Muela, pero también puede hacerse en lo que los vecinos llaman, El Teso del Sombrero. Si seguimos descendiendo los escalones, entre tramos llenos de vegetación, podemos observar que ya hay frutos en los almendros centenarios. Estos almendros tiñen de color la ladera cuando están en flor.

A medio descenso encuentro una caseta de madera en la que el visitante puede aprovechar para la observación directa de las aves. Al acabar la bajada, llego a una pasarela de madera que va siguiendo un riachuelo, el “arroyo del puente”, que desemboca en el Duero. Lo que acabo de recorrer, los habitantes lo denominaban antiguamente La Senda de los pescadores, pues era el camino que ellos hacían cuando atracaban las barcas después de su jornada.

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De forma paralela al río, debemos seguir el camino. Están tan cerca sus aguas, que notaremos el frescor; frescor que se incrementa gracias a la sombra de grandes sauces, chopos negros y álamos. Mientras avanzo, voy escuchando el canto de centenares de aves. Este tramo del sendero acaba en un puente, donde el arroyo Mucientes nutre al Duero con sus aguas. Para avanzar en la senda es necesario cruzar la carretera en este punto.

A continuación, la ruta sigue en ascenso entre pinos, encinas, tomillos… Vegetación de secano, totalmente diferente a la que hasta ahora adornaba mi camino. Sigo subiendo hasta culminar en un otero desde el que puedo observar toda la Reserva Natural.

Frente a mí, puedo ver el gran meandro que forma el Duero al llegar a este lugar. También las lagunas, tierras de cultivo y un inmenso encinar que es atravesado por las vías del ferrocarril. Tras descansar, bajo la sombra de un grupo de pinos, podemos seguir andando. A los pocos minutos volvemos a dar con la pasarela de madera que ya habíamos recorrido anteriormente. Al ser una ruta circular sólo falta volver sobre nuestros pasos y hacer el ascenso hasta llegar de nuevo al Alto de La Muela.

Senda Almendros

Author: Castronuño

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