Mortadelo y Filemón “Aventuras en Castronuño” de Diego de Castro. Primer premio, categoría 1.

Un día Mortadelo y Filemón andaban por la ciudad y, de repente… ¡Ring, Ring,
Ring! les llamó el Superintendente ¡Tenían una misión! Se acercaron a una pared
de la calle que resultó ser la entrada secreta “XR45”. Entraron por la entrada secreta
y llegaron al Cuartel General de la T.I.A. El Super les dio una carta en la que ponía:
“tenéis que ir a Castronuño y atrapar al ladrón de las fiestas”. Mortadelo y Filemón
dijeron a coro: ¡Cumpliremos la misión, atraparemos al ladrón y recuperaremos
todas las fiestas!

Cuando los agentes de la T.I.A. llegaron a Castronuño contemplaron asombrados
la curva del río Duero, el parque de la “Muela” y el del frontón, la Reserva Natural,
la estatua de “la Cantarera”, etc.
Estaban en la calle Real cuando vieron al ladrón robando la fiesta de la “Bajada del
Palillo”. En ese momento, rápidamente fueron tras él. Pero se cansaron y no
pudieron atraparle.
Después de descansar en la Muela siguieron buscándole, pero no le encontraban.
Filemón, desesperado, estaba contemplando el río cuando, de repente, detrás de él
pasó un perro y le empujó tirándole al agua. Mortadelo se apresuró a coger una
barca que había entre unos matorrales. Resultó ser la de Abundio, que fue el último
pescador del pueblo. Mortadelo tiró la barca al agua para que Filemón se montara,
con tan mala suerte que le dio en toda la “cocorota”. Cuando Filemón consiguió
salir del agua cogió el cartel indicativo de “coto de pesca” y le zurró con él en la
cabeza. Mortadelo gritó: ¡¡Ay, Ay, Ay!! Dándose contra un árbol de tanto correr.
Aquel árbol era un manzano y del golpe cayeron al suelo unas cuantas manzanas.
Mortadelo dijo:
– Jefe, creo que ya va siendo hora de tomar un aperitivito, ¿no?, por lo menos,
vamos a comer estas manzanas.
Filemón le dijo:
– Ande, déjese de manzanas y vamos a por el ladrón. Que como no le
pesquemos pronto, este pueblo se va a convertir en algo tan aburrido como
el cuartel de la T.I.A. en un día de trabajo.
Mortadelo se cogió una manzana y se fueron a buscar a aquel delincuente.
Como el ladrón sabía que le estaban persiguiendo unos agentes de la T.I.A., puso
una serie de trampas por el pueblo. Filemón se sentó en el columpio y, como el
ladrón había quitado los tornillos que lo sujetaban, se cayó al suelo de un golpe
¡Bum!. Mortadelo estaba paseando, y como el ladrón había quitado la tapa de la
alcantarilla, se coló a las cloacas ¡Choff! Filemón fue a beber, y como el ladrón
había puesto a tope la presión del agua, el pobre Filemón recibió tanta potencia que
se dio un golpe contra la pared ¡Clonc!.
Mortadelo corrió a ayudar a Filemón, pero el jefe estaba tan enfadado con el ladrón
que pasó de su compañero, a pesar de sus buenas intenciones.
Cuando llegaron a la Muela se encontraron con el ladrón y rápidamente fueron tras
él. Esta vez con éxito gracias a una trampa.
Al día siguiente, llevaron al ladrón a la T.I.A y por si acaso le zurraron con la
manzana. Esa tarde llevaron al ladrón a la cárcel
FIN

Author: Castronuño

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