Reserva Natural Riberas de Castronuño- Vega del Duero.

Desde el mismo lugar que da nombre a este espacio virtual, el viajero tiene la suerte de poder contemplar el único espacio protegido de la provincia de Valladolid. Me estoy refiriendo a la Reserva Natural “Riberas de Castronuño-Vega del Duero”.

Castronuño tiene el honor de albergar, junto con Torrecilla de la Abadesa, Tordesillas y Pollos, uno de los ecosistemas más singulares de Castilla y León. Esta particularidad natural se la tenemos que agradecer al río Duero que va sembrando vida en su discurrir.

En los años cuarenta se construye el Embalse de San José que, además de crear energía renovable no contaminante, origina otros beneficios. La presa de Castronuño, como la mayoría de construcciones humanas, produce una serie de cambios en el medio ambiente. Estas modificaciones favorecen la creación de la diversidad faunística actual. La primera alteración es la creación de nuevos humedales que ya se habían perdido. También se ensancha el carrizal: zona de anidamiento de gran cantidad de aves acuáticas como la garza imperial. Si a esto le sumamos que la presa mantiene un nivel constante de agua, el resultado es un nuevo espacio ideal para refugio, reproducción e invernada de aves.

Los animales comienzan a instalarse, principalmente los voladores. Por este motivo se decide declarar este espacio Zona de Especial Protección para las Aves en 1999. Es el primer paso, pues en el año 2002 se concede el título de Reserva Natural.

Esta distinción se otorga a aquellos ecosistemas que por su originalidad, importancia o fragilidad merecen una atención especial. Sin embargo hay otras figuras de protección en España como Parques Nacionales, Monumentos Naturales, Áreas Marinas Protegidas…

 

Son varios los motivos de preservar este bello paraje, uno de ellos es acoger una cantidad considerable de especies de animales. Refiriéndonos solamente a la avifauna, tendríamos nada menos que 217 especies diferentes catalogadas, que vienen en una u otra temporada a vivir en las márgenes del Duero. Puedes ver garzas reales, imperiales o aguiluchos laguneros. Venir a visitar la Reserva Natural es una delicia para los ornitólogos y aficionados. Sin embargo, no sólo hay variedad en cuanto a surcadores del cielo sino que hay una importante población de mamíferos entre los que destacan el lobo, el ciervo, la jineta o el tejón; anfibios como la ranita de San Antonio; reptiles como la culebra de collar o el lagarto ocelado… Sin olvidar a los peces, pues en la zona existen nueve especies diferentes. Para la captura de estos últimos, hay un espacio habilitado con gran cantidad de puestos de madera, así los pescadores pueden disfrutar aquí de su afición.

 

No obstante, esta zona no sólo es importante por su fauna pues la flora es también es digna de mención. La Reserva abarca 8.400 hectáreas aproximadamente. En este amplio terreno existen grandes contrastes paisajísticos y podemos observarlos perfectamente desde el mirador natural que es el Parque de la Muela y, no sólo observar, sino que es posible atravesar cada uno de ellos en un pequeño paseo. En primera línea de agua, se encuentra el carrizal, donde anida la garza. Después, el bosque de ribera, lleno de sauces, olmos, álamos, chopos… Aquí descansan las águilas calzadas. Un poco más lejos, las tierras de cultivo con viñedos u otras labranzas. Por último, cerrando el paisaje, la dehesa de encinar, con los Montes Torozos dibujando el horizonte.

 

 

Los amantes de la naturaleza encuentran en Castronuño un vergel donde disfrutar en contacto con el medio ambiente de muchas maneras diferentes. Así, se han dispuesto diferentes puntos de observación como la caseta de madera de la Senda de los Almendros, el refugio de pescadores o la playa fluvial. Es importante que los curiosos no olviden traer los prismáticos para conseguir ver a los animales con todo detalle en su hábitat.

Del mismo modo, senderistas y ciclistas encuentran numerosas rutas de diversa longitud y dificultad donde pasar una agradable jornada como la Ruta de la Cañada o la Senda del Duero, entre otras.

 

Además, en el mismo Alto de la Muela se localiza, la Casa del Parque, un centro de interpretación de la Reserva Natural a la que los vecinos llaman “La Casa de los Pájaros”. En este lugar, nos recibe Cristina, es la responsable del local y experta en la fauna y flora de la Reserva Natural. Es impensable visitar esta zona sin pasar por allí y recibir sus fantásticas explicaciones.

 

Author: Castronuño

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1 Comment

  1. Bonita descripción de la Reserva Natural. Por suerte, tengo el privilegio de dusfrutar todos los días de esta maravilla natural.

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